De Primera Mano
Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
Lunes 11 de noviembre de 2024
PAN y PRI hacen lo mismo; tendrán los mismos resultados
Los partidos de oposición en México, guiados por los mismos dirigentes que los llevaron a las derrotas en el 2018 y el 2024, no han aprendido la lección y permanecen alejados de la gente.
No solo eso, los opositores al régimen de MORENA están rebasados por la sociedad y parece que esto último no lo han entendido quienes están logrado perpetuarse en las dirigencias.
Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, ayudado por el mismo gobierno (el TRIFE le dio la razón jurídica, sin tenerla), logró reelegirse como presidente del comité ejecutivo nacional del PRI y a pesar de que aparece públicamente como un apasionado crítico del gobierno, está mucho más cerca de palacio nacional.
El origen de su acercamiento con López Obrador es la extorsión, con el abultado expediente que se le guarda en Gobernación, acerca de sus irregularidades como gobernador de Campeche y demandas penales en su contra.
Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum podría reactivar la “sugerencia” de quitar a “Alito” su desafuero como senador y sentarlo frente a los tribunales. Esto último no ha ocurrido y posiblemente no ocurrirá.
Al verdadero poder en México integrado por la dupla AMLO-Sheinbaum no le preocupa ni “Alito” ni el PRI, sobre todo cuando saben perfectamente que en él pueden tener a un aliado.
Si en verdad desde las filas del “exinvencible” se hubiera deseado convertirse en una fuerte oposición, se habría promovido una verdadera revolución al interior del PRI, con un cambio de dirigentes, estatutos, proclamas y posiblemente, hasta el nombre.
No fue así. Todo quedó igual y es probable que ya en nuestros días, lo que queda del PRI esté asumiendo el papel que en su tiempo asumió el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) de “palero del régimen” ante la hegemonía entonces del tricolor.
En el Partido Acción Nacional también “hace agua”.
El dirigente Marko Cortez, el mismo que ha llevado a la derrota a su instituto político luego de haber hecho realidad el “PRIAN”, ha integrado un grupo que se quiere perpetuar en el poder.
Ayer domingo se llevaron a cabo los comicios para elegir al nuevo dirigente nacional, acordándose la sola participación de los militantes, que no pasan de los 305 mil en todo el país.
Posiblemente habrían decidido hacerla abierta a la población (lo que hubiera sido una gran oportunidad de reposicionarse ante la ciudadanía) si no hubiera tenido el propósito de seguir controlando al PAN, el grupo que ha medrado de él en los últimos doce años.
¿Algún cambio? Ninguno.
El debilitamiento de ambos partidos podemos verlo en Sonora.
MORENA trabaja sin oposición alguna. El PAN espera a una instrucción nacional, el PRI no termina de desgajarse y Movimiento Ciudadano se conforma con tener dos diputaciones en el Congreso del Estado.
La hegemonía de un solo partido está de regreso en México. Aquel PRI de los años setentas lo vemos de nuevo con otro partido oficial. Quizá se repita aquel fenómeno del año 1976, cuando el PRI postuló a José López Portillo como candidato a la Presidencia y el solo voto de su mamá lo hubiera llevado al triunfo, porque la oposición se dio el lujo de no postular candidato.
GRAN tristeza… Yucatán y Querétaro eran dos entidades de la república mexicana consideradas las más “pácíficas”… No es secreto alguno señalar que gran parte del territorio nacional está “invadido” por las bandas delincuenciales y que en varias partes el control político y económico no lo ejerce el gobierno… Hasta hace unas cuantas semanas, la presunción de Yucatán y Querétaro como los estados donde se podía vivir en paz y con tranquilidad, ha desaparecido… Este sábado un comando entró a un lugar en Querétaro y abrió fuego contra los asistentes, matando a diez inocentes… Se dice que pudo haber sido una venganza por la negativa a pagar “piso”… El caso es que Yucatán se ha quedado prácticamente solo con su distinción… Hay otras entidades menos violentas que otras, como San Luis Potosí, Aguascalientes, Tlaxcala y Coahuila, pero el cáncer de la violencia, como metástasis, también ha invadido esos lugares.