Archivo Confidencial
Por Armando Vásquez A.
Jueves 7 de noviembre de 2024
Nueva modalidad del poder republicano
ESCUCHÉ LOS diferentes análisis de comentaristas liberales, conservadores, de izquierda, derecha, pro Trump, contra Trump, con ideologías raras, sabiondos y no tanto, con argumentos de fondo y de plano con argumentos muy ligeros y sus conjeturas se avocaron a discernir en el corto y largo plazo lo que significará el triunfo del republicano para el mundo.
Incluso, la mayoría no se explicaban como es que había ganado con tantas acusaciones legales, formales e informales que pesan sobre el millonario quien, en su discurso, también se dijo sorprendido por haber arrasado en la elección con todo y poder legislativo a su favor.
En la elección pasada Biden recibió 81,2 millones de votos, 7 millones más que los 74,2 millones que respaldaron a Trump. En esta y según los últimos datos de AP CastVote, de las 8.10 horas del Este, el empresario de 78 años obtuvo 71.2 millones de sufragios (51%), frente a los 66.2 m (47,5%) de apoyos que recibió la vicemandataria Harris.
Hubo 18 millones de votantes de diferencia entre ambas elecciones. Los republicanos perdieron tres millones y los demócratas 15.
¿Qué pasó realmente?… Ya se conocerá la vocación del voto conforme a edades y estados lo cual nos dará un análisis más certero de cuál es el pensamiento que sobrevive en la mayoría de los estadunidenses en estos momentos.
En medio de esta vorágine de estrategias de los candidatos, hay una que mal implementó Kamala Harris cuyos asesores mercadológicos descubrieron tarde: los electores desde tiempos de Trump como presidente en su primera fase, iniciaron un cambio de mentalidad a raíz de la encerrona que procedió a la pandemia, fenómeno que les inyectó tres aspectos esenciales:
1.- Profundo amor por la familia generando un halo de proteccionismo extremo que avanzó en una espiral difícil de detener y olvidar, sobre todo el respeto a la vida en todos los órdenes pues el dolor por perder seres queridos les hizo caer en reflexiones principalmente religiosas.
El poder latino, por ejemplo, donde de cada diez son seis mexicanos, que se suponía votaría por Kamala, se fue con Trump de los cuales en un 80% prevalecen varias religiones cristianas y un 18% son católicos. Se calcula que en esta votación representó el 15% –lo normal–, con una variante, el 31% son jóvenes de entre 18 y 29 años y el 37% entre 30 y 48 años de edad que creció de manera natural de ocho años para acá.
2.- Marcado hartazgo –que conformó una incipiente cultura que va creciendo–, por los modismos propios impuestos por la izquierda progresista sustentada por los demócratas y la mayoría de los medios de comunicación –no de ahora, sino de hace décadas–, en materia de idioma e identificación extrema sobre el asunto de género, (ella, elle, matrimonios, libertinajes, etcétera), el quitarles la potestad a los papás mediante legislaciones excesivas a favor de los hijos, (cambio de sexo, castración química, por ejemplo) legalización de la droga (culpable inicial del consumo del fentanilo y sus posteriores efectos) y otros puntos que vienen en la agenda 20-30 sobre todo en la nueva calificación del ser humano y que atentan, conforme a Trump, contra el sentido común.
De hecho, Kamala Harris, cuando entendió la disposición a la cultura conservadora, movió algunos spots tratando de que se minimizara la etiqueta de los hombres blancos tachados de racistas, misóginos y sin sentimientos que en su momento promocionó, pero no logró su objetivo de atraer más votos.
3.- La desesperación de los estadunidenses ante la posibilidad de perder empleos –así fuera a manos de migrantes ilegales–, causó un miedo/odio que Trump supo manejar y ganó el discurso a su contrincante, al igual que el ataque a la inseguridad y la nueva política económica que impulsará. No le dejó nada a una Kamala que lo único que hizo fue atacar al republicano y al final de la contienda habló de objetivos similares a los del empresario.
En este tenor Trump recalcó una y otra vez su deseo de “América para los americanos” y elevó el proteccionismo interno por sobre su política exterior, de allí el posible cierre de la frontera, el azote al gobierno mexicano, incremento a los aranceles, la paralización de las guerras de carácter internacional declarando que no promocionará ninguna –por aquello del temor que causa un enfrentamiento bélico con China, Rusia y países árabes–, el ataque frontal a los carteles de las drogas apoyado en la ley patriota que los declarará terroristas y el castigo que significarán sus nuevas políticas económicas de protección al empleo.
En este tenor y cuando fue presidente la primera ocasión, redujo los impuestos a todos con mayor énfasis en el empresariado al reducirles el Impuestos Sobre la Renta de 35 a 21% similar a los países europeos. En esta segunda ocasión ya ha mencionado que será hasta un quince por ciento a todos aquellos que se asienten en suelo gringo con lo cual restará inversiones en países cuyo principal atractivo son los sueldos bajos como China, (cuya fase de nearshoring continúa), México y los países de izquierda primordialmente. Va por todo en este aspecto.
No es de extrañar que los primeros en felicitarlos fueron los presidentes derechistas de El Salvador y Argentina lo cual habla de la conformación de un frente en contra de todo lo que significa el Foro de Sao Paulo o de Puebla.
Por lo pronto tiene dos años de luna de miel en lo que se reacomodan de nueva cuenta las cámaras legislativas por lo cual podrá actuar sin contrapesos. Además, los republicanos de hoy –diferentes a los de hace ocho años–, todos son pro Trump.
¿La reforma judicial mexicana?… si tomamos en cuenta que la Unión Europea mediante presiones financieras obligó a que el presidente de Polonia por decreto diera marcha atrás a su aprobada y encaminada reforma judicial por buen tiempo https://acortar.link/RpYkUI … digo, es un antecedente. Pero ese es un tema de tantos más ya aprobados por los morenistas que, de seguro, en su momento serán observados por el poder republicano electo. Será un tema interesante.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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