Olor a dinero
Por: Feliciano J. Espriella
Viernes 5 de diciembre de 2025
Un presupuesto con prioridad social: Ely Sallard
Mientras el Congreso de Sonora al momento de escribir esta columna discute en el pleno la aprobación definitiva del Presupuesto Estatal 2026 -ya avalado casi por unanimidad en comisiones-, la presidenta de la Comisión de Hacienda, Elia Sahara Sallard Hernández, subraya un mensaje central: este es un presupuesto pensado para atender las necesidades reales de la población, no para alimentar inercias burocráticas o proyectos ornamentales.
El paquete económico, de 92 mil 571 millones de pesos, no nació como un trámite administrativo, sino como un ejercicio de revisión quirúrgica. Desde la visión de Ely Sallard, el proceso fue particularmente riguroso: el gobernador y la Secretaría de Hacienda “se sentaron a ver cada rubro”, incluso durante largas sesiones nocturnas, para “analizar perfectamente bien cada peso para dónde iba”.
Esa disciplina técnica explica por qué, en comisiones, el presupuesto obtuvo prácticamente consenso total, con solo un voto en contra -de Movimiento Ciudadano- que, incluso así, reconoció que el documento estaba “muy bien hecho”, más allá de diferencias menores en la distribución. El ambiente general anticipa su aprobación en el pleno.
Un presupuesto “muy, muy cargado” al área social
La legisladora señala que este año el presupuesto se diferencia claramente de ejercicios anteriores: las áreas sociales concentran la mayor parte del esfuerzo financiero.
No se trata de retórica. Se trata de números.
Educación, el rubro que Ely considera el corazón de este paquete, recibe una asignación sin precedentes: 1,000 millones de pesos exclusivos para becas, dirigidas a estudiantes de primaria, secundaria, preparatoria y universidad.
Es -subraya- una cifra “que realmente no se había visto nunca”. La educación deja de ser un discurso y se convierte en gasto verificable, con impacto directo en miles de hogares.
El segundo gran eje es bienestar social, con 12,620 millones de pesos, un aumento del 7%. Los programas buscan combatir pobreza extrema y mejorar condiciones de vida, desde la vivienda hasta la movilidad comunitaria. En términos prácticos, significa acelerar el paso de familias que aún viven en cuartos improvisados hacia viviendas de material digno.
La seguridad, otro de los pilares, suma dos partidas relevantes: 9,000 millones de pesos para equipamiento, capacitación y profesionalización, más 4,786 millones de pesos adicionales para fortalecimiento institucional.
En un estado donde seguridad y paz pública siguen siendo prioridades indiscutibles, la presidenta de Hacienda considera indispensable no recortar estos esfuerzos.
Salud y la ventaja del modelo federal
A primera vista podría parecer que el rubro de salud estatal registra ligeras disminuciones. Sin embargo, Ely Sallard aclara que no existe reducción real: el programa federal IMSS Bienestar asumirá gran parte del financiamiento que antes cubría el estado, y lo hará con recursos federales mucho mayores.
Este esquema libera al gobierno estatal para invertir más en educación, bienestar y seguridad sin descuidar hospitales, infraestructura sanitaria o atención comunitaria.
Vivienda: el Estado como facilitador
Con 4,351 millones de pesos, la vivienda es otro componente estratégico. El gobierno estatal asume un papel de facilitador, comprando terrenos y colocando infraestructura urbana —drenaje, pavimento, obras de cabeza— para abaratar el costo final de las casas.
Esto complementa los planes federales de Infonavit y Conavi, que proyectan alrededor de 50,000 nuevas viviendas para Sonora. El objetivo es claro: cerrar la brecha entre el costo real de una casa digna y la capacidad de compra de los trabajadores.
Infraestructura: complementariedad inteligente
Aunque algunos esperarían un gasto estatal mayor en infraestructura, Sallard enfatiza que este año la federación aporta montos considerables a obras emblemáticas como: El puerto de Guaymas,
Proyectos ferroviarios y diversas obras estratégicas en movilidad y logística.
Por ello, Sonora enfoca sus 4,000 millones de pesos estatales en obra pública complementaria: 1,940 millones para carreteras, 667 millones para alcantarillado en 60 municipios.
Una manta limitada, desplegada con precisión
Ely Sallard utiliza una metáfora sencilla y contundente: “la cobija no siempre alcanza”. Pero cuando la manta es finita, la clave está en decidir dónde cubrir con mayor urgencia.
Este presupuesto coloca esa cobija sobre educación, bienestar, salud y seguridad. No porque otros rubros no importen, sino porque la población exige, con razón, atención inmediata en lo más esencial.
Para la presidenta de la Comisión de Hacienda, el Presupuesto 2026 es una propuesta responsable, socialmente orientada y técnicamente sólida. Un presupuesto que, más que repartir recursos, intenta resolver problemas.
Me despido con un comercial: sintonicen a las 6:10 AM, “La Caliente” 90.7 FM., el colega y amigo José Ángel Partida me abre un espacio en su noticiero en el que comentaremos con más detalle esta columna. ¡No se lo pierdan!
Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
