Olor a dinero
Por: Feliciano J. Espriella
Lunes 31 de marzo de 2025
Trump cierra puertas, México debe abrir otras: Arturo Fernández
Trump prepara una nueva ronda de aranceles bajo su política “America First”, con la que busca reducir el déficit comercial y fortalecer la manufactura estadounidense.
Pasado mañana, el presidente estadounidense Donald Trump iniciará una nueva fase de proteccionismo comercial. En esa fecha, que ha bautizado como “el día de la liberación”, tiene previsto anunciar una nueva ronda de aranceles bajo su política “America First”. Esta medida busca corregir los desequilibrios comerciales de su país y revitalizar la manufactura estadounidense.
Según ha declarado en múltiples foros, su intención es imponer aranceles a todas las importaciones que ingresen a Estados Unidos. Inicialmente afirmó que estos serían del 25 %, pero posteriormente aclaró que se aplicarían aranceles recíprocos, es decir, cada país recibiría un trato arancelario proporcional al que impone a las exportaciones estadounidenses. Además, la semana pasada agregó que está dispuesto a negociar acuerdos bilaterales sobre estos aranceles.
Trump ha argumentado que los aranceles recíprocos buscan restablecer la equidad en el comercio internacional, aplicando impuestos a las mercancías extranjeras en la misma medida en que otros países gravan las importaciones estadounidenses. Según el mandatario, esta medida es necesaria para corregir el déficit comercial y garantizar un trato justo para su país, lo que, al menos en el discurso, parece razonable.
En este contexto de incertidumbre, lo único cierto es que nadie, ni siquiera sus asesores más cercanos, puede prever con certeza cuáles serán las decisiones finales del presidente estadounidense.
En México, los sectores más críticos del morenismo y de la presidenta Claudia Sheinbaum auguran lo que en el fondo muchos de ellos desean: calamidades económicas y el colapso financiero del país. Sin embargo, Sheinbaum ha optado por una estrategia prudente, evitando provocaciones que pudieran desencadenar reacciones impulsivas por parte de Trump. “Tomaremos las decisiones con la cabeza fría”, ha reiterado en varias ocasiones.
Ante este panorama, el lunes pasado, en la reunión semanal del grupo de periodistas Mesa Kiosco Mayor, tuve la oportunidad de consultar al empresario Arturo Fernández Díaz-González sobre las inquietudes de inversionistas y empresarios respecto a esta situación.
Fernández, además de ser un importante empresario y miembro de uno de los grupos económicos más poderosos del estado, es un profundo conocedor de los fenómenos económicos tanto nacionales como internacionales. De hecho, el mismo día de nuestra conversación, viajó a Washington para asistir a una reunión de alto nivel con 100 empresarios de todo el mundo.
Le pregunté específicamente cuál debería ser la estrategia económica de México en caso de que Trump impusiera aranceles severos a las exportaciones mexicanas. Su respuesta fue clara:
“Yo creo que debería haber un gran esfuerzo de diversificación… diversificación del portafolio de clientes (digo, de socios comerciales), y eso implica abrir fronteras y hacer acuerdos de libre comercio con otros países.”
Respecto a la posibilidad de responder con una “guerra de aranceles”, añadió:
“Económicamente no nos conviene, pero estratégicamente no tenemos alternativa, no podríamos no hacerlo. Si no respondemos en consecuencia, ¿dónde queda nuestra credibilidad? Creo que una de las mayores consecuencias de esta guerra comercial será la pérdida de confianza en nuestro principal socio comercial.
¿Qué tanto podemos creer en un tratado de libre comercio renegociado? ¿Qué garantías tenemos de que se respetarán los acuerdos?”.
Para reforzar su argumento, Fernández recordó el episodio de la expropiación petrolera de 1938, cuando, ante represalias comerciales de Estados Unidos, México buscó y encontró nuevos socios comerciales, lo que eventualmente llevó al cese de las sanciones impuestas por Washington. Su referencia a este hecho histórico sugiere que una estrategia similar podría aplicarse en caso de que México enfrente un nuevo periodo de presión arancelaria por parte de Estados Unidos.
En síntesis, la postura de Arturo Fernández enfatiza la necesidad de diversificar socios comerciales y, como una estrategia de defensa, aunque no ideal desde el punto de vista económico, la aplicación de aranceles recíprocos para salvaguardar la credibilidad de México en el comercio internacional.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
Twitter: @fjespriella
Correo: felicianoespriella@gmail.com