De Primera Mano
Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
Martes 18 de marzo de 2025
UniSon: Continuismo o cambio de rumbo
AYER TRASCENDIÓ el anuncio de que las doctoras María Elena Robles Baldenegro y Judith Celina Tánori Córdova, declinaron sus aspiraciones a ocupar la rectoría de la Universidad de Sonora y brindaron su apoyo a Cuauhtémoc González Valdez para alcanzar ese propósito.
Por lo anterior dieron a conocer un “acuerdo de unidad” en el que manifiestan sus argumentos para haber tomado dicha decisión y, a la vez, externan una severa crítica a la actual administración de la Alma Mater. Entre otros, se lee:
“Nos unimos como aspirantes en un solo frente dejando evidente que existen dos proyectos de universidad para el periodo 2025-2030. El primero, es aquel que representa la prolongación de la actual administración y las personas que la ejercen y también la permanencia y protección de intereses personales, un modelo de universidad que pretende el continuismo y sus privilegios…”.
“El segundo, representado por quienes hemos logrado la unificación de la visión, formas de trabajo, objetivos en común y que, sobre todo, representamos el cambio democrático, legítimo y comprometido que resultará en la transformación que queremos (así como) manifestamos que somos los que podemos, con la suma de un macro proyecto, cambiar el rumbo de la Universidad de Sonora”.
El texto del mencionado acuerdo de unificación firmado por los tres aspirantes mencionados, incluye señalamientos que cuestionan a la actual rectora Rita Plancarte y su equipo de colaboradores:
“Ha llegado el agotamiento de un modelo de universidad que reproduce prácticas en beneficio de grupos minoritarios en detrimento de la mayoría de estudiantes, académicos y trabajadores universitarios, lo que ha provocado un estancamiento en el crecimiento y desarrollo equilibrado, equitativo y justo de la institución, por lo que es prioritario que el modelo administrativo sea congruente con la nueva Ley 169 universitaria y que de forma inmediata sea transformado, tanto en su ejecución como por quien lo ejerce”.
Finalmente, la lucha por la rectoría de la máxima casa de estudios se reduce a tres perfiles con las probabilidades de llegar: Aarón Grageda Bustamante, Dena María Camarena Gómez y Cuauhtémoc González Valdez. Ezequiel Rodríguez Jáuregui, el eterno aspirante, es considerado un hombre de buena fe, sin mayores apoyos.
Porque Aarón es impulsado por el secretario de gobierno, la rectora Rita Plancarte también tiene su coranzoncito en la mujer integrante de la terna y Cuauhtémoc, con apoyo sindical y académico.
Quizá antes de la etapa de la elección por parte de los estudiantes veremos otro episodio sorpresivo en la lucha por la Rectoría de la máxima casa de estudios.
En ese mundo, es la lucha por el poder.
LA VOLUNTAD de la presidenta Claudia Sheinbaum para establecer un banco de datos a partir de la CURP así como una unidad forense especializada para la identificación de personas y localizar a las y los desaparecidos, ha tomado con los dedos tras la puerta al Gobierno de Sonora… Porque después de varias semanas aún se encuentra acéfala la coordinación estatal para la búsqueda de personas desaparecidas, luego de dos intentos por lograr un titular… El último ocupante de esa coordinación duró solo unos meses y su salida, al parecer, no fue solicitada… Lo malo de este asunto, es que a pesar de que el Estado es de los primeros en el país en el número de desaparecidos y el descubrimiento de fosas clandestinas, la voluntad del gobierno para atender este asunto simple y llanamente está ausente.
POR CIERTO, esta voluntad presidencial marca una diferencia en Claudia Shienbaum con su antecesor… Éste último, ante el horrible caso de Teuschtitlán, Jalisco, hubiera justificado su frialdad e indiferencia señalando que todo formó parte de un complot contra su gobierno y de ahí no hubiera pasado… Como una mayoría le creía todas sus manipulaciones y la iniciativa privada estaba cruzada de brazos, la impunidad seguía ganando terreno.