Vertiente
Bernardo Elenes Habas
Martes 15 octubre de 2024
Industrializar el Valle del Yaqui
*Hace casi 100 años el general Álvaro Obregón, fundó la Empacadora del Noroeste, donde enlataba legumbres, cereales, frutas, camarón, caguama, cuya semilla no siguió cultivándose. – Hoy, el alcalde de Cajeme, Javier Lamarque, abre esa importante expectativa tecnológica-industrial, con el anhelo de convertir a la región en un singular polo de desarrollo. – Está demostrado que sí es posible.
El alcalde de Cajeme, Javier Lamarque Cano, tocó temas importantes encaminados a consolidar el presente de Cajeme y tender puentes hacia el futuro, atendiendo el trazo dinámico que demandan los tiempos, durante su encuentro con representantes de los medios de comunicación el lunes anterior.
Sabe que la naturaleza, en los últimos años, no ha sido pródiga con la región y el elemento agua escasea, poniendo en alerta especialmente al sector productivo del Valle del Yaqui, cuya capacidad de siembra está siendo mermada en lo referente al cereal tradicional –trigo-, que le dio, en su momento, el título de granero de México a estas latitudes de Sonora.
Javier avizora, y así lo hizo saber, que se abren como alternativas para el Valle, la reconversión tecnológica y de cultivos, orientando la vocación productiva de Cajeme hacia la industrialización.
Y no dudó en expresar que los esfuerzos para lograr enfrentar la falta del vital líquido que ya está deteniendo segundos cultivos en el Valle, deben conjugarse ya, ante una realidad que está presente y no se detiene:
“Como autoridad municipal puedo incidir con mayor fuerza, que es la reconversión o la apertura de la vocación productiva de Cajeme hacia una nueva línea, una nueva área, ya no tanto la agrícola, sino la industrial, sin dejar la agrícola por supuesto, pero si caminar hacia la industrialización de nuestro municipio”.
Y la razón le asiste al Alcalde, porque la microhistoria regional nos dice que desde hace 98 años -1926-, un hombre visionario, el general Álvaro Obregón Salido, se atrevió a dejar caer la semilla de la industrialización cuando Cajeme apenas era Comisaría, creando la Empacadora del Noroeste, que dio frutos inmediatos, pero que se dejó extinguir porque no hubo, entre los productores, y otros sectores de la economía, quien siguiera ese ejemplo vigoroso.
El General había concluido su mandato como Presidente de la República en 1924, y se vino a radicar a Cajeme, fundando la Hacienda Náinari, a un costado de la laguna del mismo nombre. Junto con sus colaboradores y amigos buscó fortalecer la economía del poblado que había nacido en 1907 como Estación de Bandera, para abastecer de agua las locomotoras del Ferrocarril Sud Pacífico, que luego se convirtió en Congregación en 1923, Comisaría en 1925, y Municipio en 1927.
Asombroso, en 1926 la Empacadora del Noroeste, enlataba, comercializaba y exportaba vegetales, verduras, granos del Valle del Yaqui y del Mayo, como chícharo, ejotes, garbanzo, elote, jugo de toronja, camarón, ostiones, caguama, y funcionaba en el mismo edificio una fábrica de jabón y una embotelladora de refrescos, todo ello con la etiqueta de Productos Alba, con la efigie de una de las hijas del Divisionario, Albita.
El edificio se ubicaba por las antiguas calles Nayarit y Sochi (hoy Miguel Alemán y Nicolás Bravo), pero sucumbió ante el embate del tiempo y las tormentas el 27 de agosto de 2021.
No es una fantasía la perspectiva que abre el alcalde Lamarque para buscar ante los niveles de gobierno estatal y federal, promover nuevas oportunidades para el Municipio, con el anhelo de convertir en un polo de desarrollo a Cajeme, si hace casi 100 años, un solo hombre sembró esa semilla prodigiosa de la industrialización, que, desgraciadamente, no se siguió cultivando.
Igualmente tocó el tema de modernización del circuito de la laguna del Náinari, parque deportivo Álvaro Obregón y parque infantil Ostimuri, y un ambicioso programa para pavimentar callejones y calles en colonias de la ciudad.
Creo que las familias, los diversos sectores del Municipio, tienen la palabra para levantar la mano y su voluntad inquebrantable, para labrar el futuro que Cajeme merece.
Le saludo, lector.
