Archivo Confidencial
Por Armando Vásquez A.
Azaroso fin de sexenio
Viernes 27 de septiembre de 2024
CÓMO DIRÍA Chente: Cuántas luces dejaste encendidas, yo no sé cómo voy a apagarlas.
En un mundo ideal en el cual México tendrá por primera ocasión en su historia –desde los aztecas–, pero de 1821 a la fecha, (203 años), a una mujer presidenta, “con A” como diría Claudia Sheinbaum, las salutaciones del mundo deberían ser abundantes.
En 1988, Carlos Salinas fue acompañado por 105 jefes de Estado Internacionales para su toma de protesta. 1994, Ernesto Zedillo por 60, Fox y Calderón por 80, a la investidura de Peña Nieto asistieron 95 y a la de Amlo, 50.
¿Con Claudia?… 16, según el último reporte y no más.
Es cierto, se manejan más de cien invitados entre ellos cuatro vicepresidentes, cuatro titulares de órganos legislativos, 17 representantes a escala ministerial, 10 viceministros, enviados especiales, 10 titulares de organismos internacionales y embajadores residentes y concurrentes.
Pero son pocos presidentes de entre quienes sobresale la única mujer, Xiomara Castro Sarmiento, presidenta de Honduras. Al día de hoy en el mundo hay 26 damas al frente de un país de los 200 y pico existentes. Con mayor razón para que la acuerparan.
Y es que Amlo todo lo pudre, como diría la senadora Lilly Téllez.
Bochornoso será que mientras le pongan la banda presidencial, afuera del legislativo hierban las calles con protestas de tantos y tantos afectados por la virulencia generada por López Obrador quien por cierto ató fuertemente a la presidenta electa desde el momento en que le incrustó a 21 funcionarios en su gabinete contra 17 de ella. Lo peor es que los obradoristas dominarán las finanzas. No tiene Claudia Sheinbaum para donde hacerse.
En paralelo, las protestas por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa subieron de tono durante la marcha por la Reforma en CDMX donde los manifestantes (se maneja que fueron diez mil https://n9.cl/3jf66 ) causaron pánico al causar destrozos en comercios por una parte y por la otra, caminando aglomerados lanzaron al aire cuetes que retumbaban en el aire y que por su estruendo causaban miedo.
Son de aquellas palomitas que de niño uno tiraba al aire para que explotaran, pero así de grandes, de tal manera que, en la noche en el zócalo, los manifestantes las arrojaron contra palacio nacional. Fue impactante. Parecían bazucazos. Y allí se quedaron. Van a esperar a Claudia.
Y como dice la rana René, a veces me pregunto si los mandatarios invitados no quisieron asistir al evento de Claudia por el temor a la violencia desatada, pero luego veo que en la mañanera sigue allí echando veneno López Obrador quien ya tachó a los Ayotzi de ser de derecha y conservadores que quieren hacerle daño y vemos lo mismo de siempre.
Por lo pronto ya están saliendo de los estados rumbo a la CDMX desde trabajadores del poder judicial, así como pertenecientes a la marea rosa, más todos aquellos inconformes que se reunirán tanto en el edificio legislativo donde le pondrán la banda presidencial a Sheinbaum como en el zócalo y de seguro no los podrán detener ni los policías y mucho menos las vallas que colocaron a varias cuadras a la redonda.
Por cierto, son tantos los enchilados que se ve difícil que el presidente asista al Amlo Fest que le tienen preparado el domingo temprano en el monumento a la Revolución donde se presentarán diferentes artistas y hasta un espectáculo de lucha libre.
Aunque quien sabe porque ya cambió su agenda y visitará hoy Sonora luego de su mañanera para estar en Guaymas a eso de la una de la tarde donde encabezará un evento sobre el Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui. Pero todo esta raro porque también se maneja que entregará el Acueducto Yaqui y el Distrito de Riego (aun sin terminar) a las 12:45 horas, de acuerdo con la agenda de eventos públicos que se envió a medios.
Lo que es un hecho cierto es que las autoridades tradicionales consensaron cerrar la llave que abastece de agua potable al puerto y bloquear las vías férreas que atraviesan por su territorio en protesta por la falta de justicia y agua que padecen. Vaya despedida.
De Sonora brincará a Estación Rosario, al sur de Sinaloa –a 281 kilómetros de Culiacán–, donde estará a las seis de la tarde encabezando la entrega de
la infraestructura para regar 24 mil 250 hectáreas de cultivo en el sur de Sinaloa.
Unos medios dicen que se hará acompañar de Sheinbaum, otros que no.
Tampoco está claro si inaugurará la carretera interestatal San Ignacio-Tayoltita, Durango como lo había prometido (que no creo pues ayer los pleitistas explotaron una caseta en esa rúa Mazatlán-Durango) y no se sabe si pernoctará en Mazatlán –a lo mejor y si, pues dormir en Culiacán, tutu–, para salir supuestamente al siguiente día a Tepic, Nayarit, donde sería recibido por la alcaldesa Geraldine Ponce, me suena, me suena, quien se ha caracterizado por ser representante de belleza, entre otros logros.
Como sea a López Obrador casi le alcanza la maldición de la violencia, por ello lo sano debe ser que deje a la presidenta electa en CDMX pues tiene mucha chamba para llevar a buen fin el evento histórico que encabezará. Necesita un refugio seguro y no vivir el suisirio al acompañar a Amlo en su última gira de su sexenio.
Y estar tranquila, a lo mejor en… no en Palacio Nacional no.
EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: @Archivoconfiden