Vertiente
Bernardo Elenes
Domingo 25 de agosto de 2024
No ocupo latifundios para sembrar mis cantos…
Poema de domingo. – Era cosa de ir rabiosamente amando, gastando el filo azul de las palabras de tanto repetirlas a tu oído. Marcar con decisión en cualquier recodo sin sangre de la vida, en cualquier esquina sin banderas de la muerte, huellas acumuladas como costras de barro, como montón de besos pudriéndose al sol de los veranos. Era cosa de andar, desde los pies al alma, entre la voz de tierra de campesinos roncos, de abrir con nuestras manos testimonios de fe, surcos de rabia opresa, y arrojar las semillas de plurales mañanas, cuyo exacto proceso habría de vigilarse con el amor y el odio puestos en cada paso. Así nacieron las espigas encendidas de los versos…
No ocupo latifundios
para sembrar mis cantos.
En cualquier horizonte
azul de los caminos,
en el espacio breve
del jardín de los sueños,
sobre el pecho sencillo
de las tardes de octubre,
desparramo semillas
que duermen en mi alforja.
Las expongo a la lluvia,
a la brisa que baja
desde la sierra altiva,
a las gotas sublimes
del rocío adolescente
que esparcen con sus alas
los pájaros del alba.
No ocupo latifundios
para sembrar poemas.
Coloco sus espigas
entre las manos tibias
del niño que dormita…
en el rincón oscuro
de quien no tiene aliento,
de quien llora sin sol,
de quien muere en silencio.
Dejo que se alimenten
con mi voz, mi mirada,
se vuelvan oración
para pedirle a Dios
igualdad…paz…justicia…
No ocupo latifundios
para sembrar mis cantos…
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