Archivo Confidencial
Por Armando Vásquez A.
Miércoles 14 de agosto de 2024
Las puertas se abren desde adentro
NO ES LA PRIMERA ocasión que el PRI atraviesa una situación de crisis, ni será la última.
En el 2000, el PAN ganó la presidencia con casi 16 millones de votos, el PRI tuvo 13.5 y el PRD 6.2. Seis años después cayó al tercer lugar, fue cuando Calderón (15 mdv) le ganó a Amlo con 250 mil sufragios y para el 2012 regresó con Peña Nieto, (19 mdv), contra 15.8 del PRD con López Obrador y Acción Nacional se fue al tercero con 12.7 mdv. En el 2018 regresó de nueva cuenta al tercer sitio con 9.2 mdv y en el 2024 fueron unos 6 mdv.
Durante los doce años panistas los analistas políticos daban por muerto al PRI, decían que no sabía ser oposición pues durante sus 71 años de gobierno el mandamás era el presidente de la República en turno y esa falta de liderazgo lo llevaría a su desaparición, además de las fuertes broncas internas.
¿Qué ahora son otros tiempos?… cierto. ¿Qué su estructura en los estados esta diezmada al ser Morena el preponderante?… Es una verdad a medias pues la mitad de los gobernadores fueron priístas, además de que no perdió el registro. ¿Qué la reelección de Alito Moreno llevará a la destrucción y ahora sí, desaparición del PRI?… es posible.
Del futuro se pueden escribir buena cantidad de análisis que como en el 2006, eran más los negativos que los positivos.
Bien dice Beltrones que Alito no es dueño del partido y que esperará a que la autoridad electoral determine las impugnaciones que hay sobre la reelección. Es una lucha difícil la del sonorense pues esas autoridades están en manos de los dueños de Morena que quieren que el PRI se autodestruya. Se alegará legalmente que los estatutos fueron cambiados de manera legal mediante una asamblea nacional.
Ayer, Alito se le fue directo a la yugular a Beltrones quien se maneja excelentemente en los medios de comunicación, uno de sus capitales políticos, el dirigente nacional lo tachó de ser “político de vitrina” y regresó a su narrativa de que tanto él como otros ex dirigentes que se le opusieron quedarán fuera del partido y que son los culpables de que no quieren la transformación del instituto político.
Sin embargo, ¿cómo se pierden las batallas?, por errores, no estratégicos, sino tácticos. La fama de Manlio Fabio de ser un guerrero que aprendió las formas del viejo lobo de mar, don Fernando Gutiérrez Barrios, llevan a pensar que cuando se trata de apretar, aprieta, si es de negociar, negocia y cuando no hay más, destruye.
Para nadie es un secreto que su mira sigue siendo de larga visión –hay que recordar que fue el único que puso una demanda penal contra el otrora Señor de los Cielos por lo cual fue perseguido y con ello pudo enfrentar las presiones del mismo gobierno gringo y las acusaciones de narco del NYT–, que sus acciones son con miras de mínimo cinco o diez años. Es un estratega nato.
Esa estrategia de Alito de sacarlo de la bancada priísta en el Senado personificó la reyerta. Hay quienes aseguran que abandonará al PRI. No creo. Más de cincuenta años de pertenencia le han enseñado que las puertas de su partido se abren desde adentro.
Sin embargo, solo hay un punto que le puede hacer mucho daño y que Alito lo sabe: meterse con el futuro político de su hija Sylvana, lo que sería el peor error táctico del dirigente. Es una posibilidad extrema, pero aguas con un papá enojado.
La fuerza de Alito se puede presumir en integrantes del PRI cuya lealtad no está asegurada. Los intereses sí, pero si no sabe mantenerlos latentes y empáticos, corre el riesgo de que se convierta en un rey que no gobierne a su partido.
¿Y en qué radica la fuerza de Manlio Fabio Beltrones contra quien Alito ha dirigido sus misiles por ser el único que públicamente lo ha retado?… en esa costumbre que tiene de golpear con la verdad por un lado y por el otro, que cuando asume un compromiso de palabra, la cumple, de allí sus reconocidos enlaces que de momento requieren una actualización pues Manuel Añorve –quien dirigirá la bancada priísta en el Senado–, fue su pupilo. Mal hizo el sonorense en decir que se sentía triste y decepcionado de que hubiera aceptado tal disposición pues de alguna manera dio pie a que cualquiera pueda traicionarlo o bien, envío el mensaje a aquellos a quienes ha ayudado en sus carreras. Esto el tiempo lo dirá.
Alito por su parte, tiene un objetivo definido para el 2030, ser el próximo candidato del PRI a la presidencia si tomamos en cuenta que le gustan mucho las estadísticas y de seguro cree que como ocurrió con el PAN, Morena permanecerá doce años. Si a eso le sumamos que más de la mitad de los integrantes del partido en el poder provienen del PRI y sabe cómo piensan al manejar la liana, pues de alguna manera se justifica. Aunque no es todo.
El error táctico que han cometido algunos llamados beltronistas es mostrar su solidaridad renunciando al PRI que es lo que quiere Alito y ante la falta de línea directa de Manlio Fabio (que por cierto no es muy dado al mensaje franco cuando se trata del juego político), se vuelven inútiles a la hora de que, como alfiles o peones, sean necesarios para las jugadas de acercamiento o enlace con futuros aliados.
Las jugadas, en toda lid, son de tres cartas. La del centro significa las que se ven, pero la de atrás está oculta y es la que más se cuida y la de enfrente es el futuro y allí entran los leales. Toda guerra requiere un ejército, los recursos suficientes (más pertrechos a la hora del combate) y aliados. Es de primaria.
Por lo pronto van empatados, pero con una diferencia: Manlio lo está disfrutando, está en su naturaleza.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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