Archivo Confidencial
Por Armando Vásquez A.
Martes 23 de abril de 2024
Retenes sin protocolo…
EL RETÉN EN CHIAPAS donde encapuchados detuvieron el convoy de Claudia Sheinbaum quien visitaría uno de esos alejados pueblos chiapanecos ha sido visto por su defensor, el presidente, como una charada, un montaje que le aplicó a Latinus. Le faltó agregar: ¿y cuánto gana Loret?
Trataron de minimizarlo, pero la candidata habló que con anterioridad se había topado con varios y una periodista de su comitiva dijo que no les habían permitido bajar para ser más los testigos que cubrieran esa situación.
Haiga sido como haiga sido, no es la primera, ni será la última que se presenten este tipo de interacciones, pero, lo que llama la atención y según se puede ver en el comportamiento de Claudia no estaba preparada para esa interrupción. ¿Y sus guaruras, que no iban por delante?
López Obrador en su momento también vivió una situación similar, creo que durante la segunda ocasión como candidato si mal no recuerdo, pero en Sinaloa y en estados como Sonora no ha sido la excepción pues habrá que recordar que en ese tramo entre Caborca y Puerto Peñasco es común este fenómeno como le sucedió a un grupo de reporteros que cubrían la gira del Borrego Gándara como candidato a la gubernatura.
No hay que olvidar que recientemente en ese trecho asesinaron a un maestro quien junto con otros habían asistido a un evento de Movimiento Ciudadano y de los agresores nunca más se supo nada.
Y qué tal el comentario de Manlio Fabio Beltrones en su gira por Nogales cuando dijo que los querían mucho pues de Hermosillo para esa frontera se había topado con cuatro o cinco retenes por la carretera internacional.
Han sido tantas las ocasiones en las que la nota roja sale a relucir, como esos que se instalan en Sinaloa y ante el temor de ser agredidos la gente no se detiene y son asesinados como ocurrió con un colega periodista por rumbo de Los Mochis o del extinto y famoso cantante Sergio Vega.
No es noticia que los integrantes del crimen organizado, en el interior de los estados, son quienes los instalan con mayor frecuencia y hacen y deshacen con quienes se topan con ellos –Sonora no es la excepción–, lo cual se ha convertido en el miedo de todo automovilista cuando viaja con su familia.
Y nunca se ha escuchado que los atrapen, es más, ni se ven los guardias nacionales o el ejército patrullando por esas cada vez más desoladas carreteras pues pretextan que no cuentan con suficiente gasolina para ello por aquello de la “austeridá”.
Si esto ya lo vivió Claudia Sheinbaum y vimos su indiferencia –que puso nervioso al mismo presidente, según sus declaraciones en la mañanera pues no le salió muy bien el desenfocar ese hecho–, ¿se imagina el temor que un simple mortal puede sentir ante un grupo de encapuchados que según algunos medios varios portaban armas por más que lo niegue la autoridad?
Ninguna carretera del país está segura. Los transportistas y sus decenas de asesinatos lo pueden atestiguar y lo han hecho ver a través de diferentes paros carreteros.
Tan lo metió Sheinbaum en la bolsa de acciones electorales que empezó a tratar el tema como lo hizo el presidente. Si, es una calca. Me pregunto ¿cuál será la estrategia o plan de seguridad contemplada por el equipo de Xóchitl cuando se encuentre en una situación similar?… ¿sus guaruras irán a disparar primero y averiguar después?… No todos los días se le acercan y detienen el flujo vehicular un grupo de encapuchados, sean quienes sean.
Reforma publicó que eran integrantes del Cartel de Sinaloa, otros que guardias comunitarios, pero como sea, si se acercan encapuchados y detienen el carro, mínimo consiguen que se incremente el precio del ajo, por aquello del susto.
Por otra parte, ya es hora que todas las autoridades de cualquier tipo que instalen un retén en la carretera que guste, que, por el amor de Dios, coloquen avisos provisionales desde buena distancia para saber que no son del crimen organizado que suelen colocarse de manera rápida para hacer sus fechorías.
De hecho, debe de haber un protocolo al respecto, y si no lo hay pues que se legisle y apoye presupuestalmente como ocurre en las carreteras gringas donde kilómetros antes te van indicando que tienes que hacer alto.
La seguridad en la movilización es básica y cuando se viaja a Nogales desde Hermosillo lo que uno supone es que son retenes legales, pero lo dudamos cuando vemos que los malandros se disfrazan de soldados o de agentes ministeriales y eso ya nos inculca duda. Vaya, no hay una señal legal que nos indique que quienes te hacen el alto son elementos reales de gobierno.
Y no veo que los legisladores o las mesas de seguridad de los estados, tomen cartas en el asunto. Si no hay protocolos que nos quiten la zozobra, debería de haberlos pues uno enfrenta la realidad cuando ya está en la fila para pasar ese retén. Ojalá que lo ocurrido con Sheinbaum sirva de algo.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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