Vertiente
Bernardo Elenes Habas
Domingo 14 de abril de 2024
Poema de domingo
*Invoco a la lluvia, que no sucumba la parcela del poema, que corran los arroyos de la vida, que caiga la semilla milagrosa en la mitad del alma. Que se abran los versos como espigas. Invoco al río de mi infancia, a los relámpagos de agosto, tempestades de letras, metáforas como peces deslumbrantes, verbos infinitos entonando la canción del Universo…
Percibo la mañana,
sus quebrantados cantos.
Las horas gimen tristes
con su garganta rota.
Naufraga en el crepúsculo
un tiempo de hojarascas;
la plegaria inconclusa
del invierno que muere
se toca el corazón,
respira quemaduras.
El mar y sus nostalgias
devoran la distancia.
El sol de abril esculpe
sobre la piel del día
congelados relámpagos.
Extienden las ciudades
telúricos lamentos.
Abre surcos el viento en la playa, en el valle,
en la montaña incierta donde nace la aurora,
atrás de las estrellas que tiemblan por las noches;
en la brisa que gime
cuando la flor y el árbol aroman sus tonadas…
Murmura el horizonte sus palabras inciertas,
desgarra verbos de humo;
con ojos sollozantes inunda los caminos,
con labio enfebrecido
implora tempestades…
Pronto vendrá la lluvia…
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