Archivo Confidencial,
Por Armando Vásquez A.
Jueves 21 de marzo de 2024
Cuba…faltan los muertos
LE TRAÍA GANAS a una columna sobre Cuba
A mediados de julio del 2021 vivió una oleada de manifestaciones que fueron reprimidas. Hubo cientos de encarcelados pero el enojo seguía en las calles. la A fines de ese mes, México envió tres barcos con miles de toneladas de alimentos, medicinas y combustible –cien mil barriles de diesel- en lo que fue considerada la mayor ayuda humanitaria en décadas. Hay quienes hablan de que también envío armas y balas. Luego les regaló 30 millones de dólares entre otras pequeñeces. La intranquilidad detuvo su cauce.
Con once millones de habitantes Cuba decrece en población. 2.3 millones viven fuera de la isla (13.57%) y cada año le abandonan 224 mil de su población activa. Así pues, de nueva cuenta empezaron a manifestarse contra un régimen que lleva 66 años de existencia. Ahora piden energía eléctrica (corriente, le llaman) y comida que desde inicio de marzo empezó a faltar conformando tal crisis que propició el estallamiento del coraje desde este domingo.
Tan mal está la situación que el gobierno amagó su orgullo y solicitó por primera ocasión en su historia, (el pasado 29 de febrero), ayuda humanitaria a las Naciones Unidas a través del Programa Mundial de Alimentos, sobre todo leche para los niños menores de siete años. Y obtuvieron una respuesta positiva.
Cuba cuenta con un ejército de 240 mil activos y 240 estaciones de policía para un mejor control ubicados en sus 168 municipios. Son quince provincias. La Habana cuenta con quince municipios y una población de poco más de dos millones de habitantes.
La gente salió a las calles en el municipio de Santiago de Cuba, cabecera principal de la provincia del mismo nombre y cuyo número de habitantes de esa localidad cifra el medio millón (la mitad de Hermosillo) pues más menos en total la provincia ronda el millón. Es la ciudad donde inició el brote.
Cuba se unió a la red de internet en 1996 pero el estado controla –como todo–, la venta de tarjetas de datos y dejó de venderlo cercando la comunicación al exterior de dicha ciudad, pero demasiado tarde, ya se había corrido la voz y empezaron levantamientos y toma de calles en otras poblaciones. Va caminando el descontento que aún no llega a La Habana.
Es una isla en la que su población no puede pescar para alimentarse. Su producción interna de alimentos hace más de treinta años es deficitaria. No hay clase media, solo pobres y ricos. 60 por ciento son católicos, un 25% atea y el resto de otras religiones. Otorgan una tarjeta alimentaria ya conocida y otorgan un salario de dos mil 500 pesos cubanos mensuales que no alcanzan para la gran cosa.
El problema en estos momentos es que no hay ni pan. El alimento de marzo no se ha entregado. Llevan veinte días subsistiendo como puedan y sin luz, de tal forma que quienes cuentan con refrigerador pues se les echa a perder la poca comida que en caso dado tendrían producto de los envíos que les hacen los 2.5 millones de cubanos que viven en Estados Unidos, sobre todo.
Para que se dé una idea y conforme su criterio. La estratificación por edades en Cuba es que menores de catorce años suman casi dos millones, lo que llaman de edad laboral temprana (15-24 años), son 1.3 millones; la edad laboral máxima (25-54 años) son 5 millones y de 55 en adelante son unos tres millones. Quienes abandonan Cuba en su mayoría son los comprendidos entre 15 y 24 años de edad.
Sufrir calor, sueño –no hay luz y sus ventiladores no funcionan–, hambre y deje usted la libertad que pedían hace tres años, son factores naturales que convirtió aquello en un hervidero de gente en la calle protestando tanto que ayer por la tarde empezaron a tomar las estaciones de policía.
Miguel Díaz Canel, el presidente, dice que no pasa nada, que la gente está feliz. ¿Dónde he escuchado eso? De tal manera que minimizó la problemática, pero los soldados ubicados en esa ciudad también sufren lo mismo que la mayoría de los habitantes de Santiago y están dejando que la gente se desfogue, tan es así que a los representantes del Partido Comunista –el único–, han quedado rebasados. No les hacen caso y están amenazados de forma violenta aún y cuando el gobierno ya envío arroz y leche.
Según los especialistas, quienes viven en La Habana tienen una afectación menor pues cuentan con energía eléctrica como siempre, con tandeos de diez horas al día y a su vez cuentan con la poca comida de siempre, además de que prestan servicios a los turistas –venta de productos en el mercado negro, prostitución, etcétera–, que de alguna manera les permite una subsistencia más “holgada”.
Pero los de Santiago que contaban con esas diez horas de corriente, ya ni eso han tenido durante veinte días. Por cierto, para conseguir alimento miles de citadinos salieron a las áreas rurales a robarse lo que encontraran sembrado. Y así le han hecho, acaban con cosechas y al grito de las tripas se unen los habitantes de esas poblaciones agrícolas pasaron a formar parte del conglomerado de cubanos con hambre.
Díaz Canel culpó de este movimiento y como siempre, al embargo comercial que tiene Estados Unidos con la isla, pero, quienes no están de acuerdo, dicen que si fuera cierto ya hubieran cortado el flujo de envío de divisas o bien, los viajes o servicios consulares. Y claro, financiado la insurgencia revolucionaria y derrocado a ese gobierno.
Que, por cierto, su mayor fortaleza son los Comités de Defensa de la Revolución nacidos en 1960 mediante los cuales, por cuadra, colocaron a un representante para que le pongan el dedo a los revoltosos que luego son aprehendidos. Es lo mismo para lo que fue electa Claudia Sheinbaum dentro de Morena cuando recibió el nombramiento como Coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación que, por cierto, ya llevan constituidos unos tres mil en el país al día de hoy.
Si todo sigue con estas manifestaciones de la periferia hacia el centro, no tarda el gobierno cubano de cometer su máximo error y asesinar algunos manifestantes lo que sería el inicio de la caída del régimen pues nada puede detener un alud de cientos de miles o millones de manifestantes en la calle y ejemplos de ello hay variados como ocurrió en Chile en el 2019.
No tarda en Cuba, en ese estilo de represión tan particular que tiene su gobierno, de que pasen el límite y ocurran algunas muertes en público
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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