Olor a Dinero
Por: Feliciano J. Espriella
Miércoles 20 de marzo de 2024
Natalia no sólo da para más, merece más
Natalia Rivera Grijalva se enfila a tener en los próximos tres años responsabilidades muy inferiores a los que su capacidad, talento y trayectoria política le deberían corresponder.
Si partimos de la base de lo que le depara el futuro inmediato, que no es otra cosa que formar parte del staff de regidores de la próxima administración municipal de Hermosillo, diríamos, utilizando términos laborales, que estará subempleada.
Natalia ya fue regidora y su desempeño fue de excelencia, sin embargo, una regiduría no deja de ser la más modesta posición en el abanico de responsabilidades a las que se puede acceder por la vía electoral.
Celebro que su partido la considere con el talante y capacidad para dirigir los destinos de la capital sonorense, en ese tenor estaríamos de acuerdo una muchedumbre de hermosillenses que la conocemos, empero, sus posibilidades para lograrlo en las urnas son poco menos que nulas.
En lo personal no tengo la menor duda que hará una excelente campaña y será una gran candidata, pero lamentablemente carecerá de dos elementos de vital importancia para alcanzar abundantes votos en las urnas: estructura y recursos económicos. Ni ella en lo personal los tiene y mucho menos Movimiento Ciudadano (MC) cuyas prerrogativas seguramente las agotarán en la contienda federal.
A lo anterior se debe añadir que MC, la marca que la respalda, además de su pequeña penetración en el contexto político, pasa por uno de sus peores momentos en lo que va del presente siglo y la percepción negativa ante el electorado ha venido creciendo.
A pesar del aprecio que se le tiene en el medio periodístico y seguramente la mayoría de los colegas en sus análisis políticos la reconocerán como una extraordinaria candidata, no me parece que vaya a haber quiénes le den posibilidades de triunfo. El colega y buen amigo Felipe Medina coincide con esta apreciación. En su columna “Encuadre” que publicó ayer, comentó lo siguiente:
“So riesgo de que me acusen de fatalista, hombre de poca fe, misógino o de ser políticamente violento con el género, Natalia no puede disputarle palmo a palmo la presidencia municipal al PRI-PAN-PRD con Toño Astiazarán como su candidato ni a Morena con María Dolores del Río, simple y sencillamente porque la marca MC no le da para más”.
Natalia Rivera no se va a enfrentar a un miura, como se acostumbra a decir utilizando términos taurinos, sino a dos, cuya ferocidad, fuerza y agresividad la han demostrado en múltiples ocasiones.
Antonio “Toño” Astiazarán, considerado hoy por hoy como el principal activo político de la coalición Fuerza y Corazón por México, o lo que es lo mismo, el PrianRd, ha demostrado en todas las contiendas en que ha participado que es un extraordinario candidato en campaña y, su desempeño al frente de la comuna hermosillense, aunque criticado por algunas corrientes políticas, en la perspectiva de grandes núcleos de la población es muy reconocido y apreciado, lo coloca como el favorito en la contienda. Goza además de una alta popularidad y aceptación.
Luego viene María Dolores del Río, cuyo desempeño como titular de la Secretaría de Seguridad Pública fue muy cuestionado por algunos sectores y un amplio núcleo de periodistas, lo que la desgastó políticamente y seguramente abollaron su popularidad, tiene la gran ventaja de que está arropada por Morena, la marca de mayor fortaleza en estos momentos, y también es una excelente candidata en campaña.
De cualquier manera, a Natalia se le aprecia y se le desea el mayor de los éxitos, pero en lo personal, como lo señalo en el título de esta entrega, desde mi óptica estaría mucho mejor que se le hubiera proyectado para una posición más asequible en la que sus capacidades pudieran ser mejor aprovechadas que en una regiduría.
Y complementando el sentido del título, merecía mucho más que ser lanzada al vacío. Si alguien cuyo desempeño legislativo merece ser reconocido en la presente legislatura que destacó por su mediocridad, es precisamente Natalia Rivera.
Suerte, amiga Natalia. La vas a necesitar.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima
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