jueves, octubre 24, 2024

Es la economía, estúpido, “Olor a Dinero”, por  Feliciano J. Espriella

Fecha:

Olor a Dinero
Por: Feliciano J. Espriella
 
Jueves 14 de marzo de 2024
 
Es la economía, estúpido
 
 
La frase “Es la economía, estúpido”, se popularizó durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre), lo que finalmente llevó a Clinton a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Pero ¿cómo surgió esa expresión?
 
Antes de las elecciones de 1992, George H. W. Bush era considerado prácticamente invencible debido a sus éxitos en política exterior, como el fin de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo Pérsico. Su popularidad alcanzó un récord histórico con un 90 % de aprobación. Sin embargo, James Carville, estratega de la campaña de Clinton, sabía que debían enfocarse en cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades inmediatas.
 
Para mantener el mensaje de la campaña enfocado, Carville colocó un cartel en las oficinas centrales con tres puntos escritos:
 
1. Cambio vs. más de lo mismo.
2. La economía, estúpido.
3. No olvidar el sistema de salud.
 
Aunque el cartel era solo un recordatorio interno, la frase “Es la economía, estúpido” se convirtió en un eslogan no oficial de la campaña de Clinton. Resultó ser decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes.
 
Esta frase se volvió un grito de batalla en la política, recordándonos que el bienestar económico es clave en las urnas. Lo fue en prácticamente todas las campañas políticas por la presidencia de la república en las últimas seis décadas y lo es también ahora, sólo que a la inversa.
 
La economía está presente más que nunca en la contienda política de nuestro país para elegir quien lo conduzca los próximos seis años. Es precisamente por una economía que en la actualidad permea en los hogares de decenas de millones de mexicanos, que todas las campañas negativas en contra del régimen le han hecho, por decirlo coloquialmente, “lo que el viento a Juárez”.
 
Hoy por hoy, en millones de viviendas de compatriotas se respira más tranquilo. Hoy por hoy, el mexicano común, cuyos ingresos provienen sólo de una actividad honesta, come tres veces al día, se alimenta mejor, su salario le alcanza para divertirse y vestir con más decoro.
 
Por ello, están topando con pared quienes orientan sus campañas políticas con invocaciones a la violencia y con la exhibición del petate del muerto.
 
Todos y cada uno de los presidentes de la República que gobernaron México de 1970 a 2018, dejaron al grueso de la población en peores condiciones que cuando empezaron. En seis años pauperizaron a los estratos de la población de menores ingresos y generaron decenas de millones de pobres. Entre muchas otras calamidades, al final de cada sexenio, se habían materializado las siguientes:
 
1. Depreciaciones abruptas de nuestra moneda.
2. Fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
3. Incrementos brutales de los bienes y servicios que presta el Estado.
4. Aumentos descomunales en las gasolinas, gas y electricidad.
5. Fuerte aumento del desempleo.
 
La lista podría continuarse con muchos más renglones, pero los anteriores son los más significativos. De hecho, el slogan de campaña de la mayoría de los candidatos a la presidencia de la República era alusivo directa o indirectamente a los núcleos de población en condiciones económicas precarias.
 
Tres de los expresidentes hicieron sus campañas en períodos en los que el país estaba sumergido en severas crisis económicas y la economía hecha polvo.
 
Seguramente por ello, José López Portillo escogió la frase “La solución somos todos”, en tanto su sucesor Enrique de la Madrid, quien inició la campaña con un país en quiebra, producto del enorme grado de corrupción de la administración anterior, escogió: “Por la renovación moral de la sociedad”, y seis años después, Salinas de Gortari, ante un país que había registrado en los cinco años anteriores las más brutales devaluaciones del peso en toda su historia, quiso taparle el ojo al macho y para su campaña eligió la frase: “Que hable México”.
 
Siguieron Ernesto Zedillo con “Bienestar para tu familia”, Vicente Fox: “Ya ganamos”, Felipe Calderón: “Presidente del empleo” y Enrique Peña Nieto: “Mi compromiso es contigo”.
 
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima
 
Twitter: @fjespriella
Correo: [email protected]
 

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