Olor a Dinero
Por: Feliciano J. Espriella
Martes 27 de febrero de 2024
Las incongruencias de Lady X
El pasado 3 de septiembre, Lady X, quien también se firma como Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, en su discurso de aceptación para ostentar la candidatura por la presidencia de la República por el empequeñecido PAN, el maltrecho PRI y los despojos del PRD, dijo una impactante frase que debería quedar impresa en la historia de la política mexicana:
“Mi regla de oro: ni huevones, ni rateros, ni pendejos”.
Cuando escuchaba el discurso, creí que se refería a sus secuaces que la acompañaban. Alito a su izquierda, Markitos y Chuchito detrás, por lo que llegué a pensar que a continuación procedería a pedirles que se bajaran del estrado. Pero no sucedió.
Si alguien quiere escucharlo de viva voz, en la siguiente dirección podrán acceder a un video de 52 segundos con tan sublimes palabras:
https://www.youtube.com/watch?v=dMWkhCQydSY
Esos tres calificativos, que podemos afirmar a muchísimos ejemplares de la fauna política se los podríamos adjudicar sin caer por ello en falsedades, tampoco le son ajenos a Lady X y muy probablemente se mordió la lengua cuando la dijo. En esta entrega enfatizaré en el primero de ellos, “huevones”, porque me parece que es lo que la tiene hundida y tácitamente en la lona. Pero para concordar con la cabeza de esta columna y reforzar el argumento de la incongruencia, me referiré brevemente a los otros dos, empezaré por el tercero, pendejos:
Desde el primer momento en que inició su quimérica odisea, Lady X ha cometido tal cantidad de acciones que encajan en los límites de lo absurdo, torpe, corriente, vulgar y etcétera, qué aún no alcanzo a entender cómo no salió de su boca disparada una buena porción de lengua en dicha ocasión.
En cuanto al segundo atributo, rateros, confirma que sólo es producto de su estrategia discursiva porque se oye bien, pero su historial político-empresarial lo desmiente.
Entre una larga serie de actos que oscilan en los linderos de lo delincuencial, destaca la adquisición de una vivienda de lujo con un súper descuento de más de 5 millones de pesos (mdp) a un desarrollador al que su administración como alcaldesa no le pudo complementar todo el expediente por carencia de elementos pero sí le permitió la venta de las lujosas viviendas; también, decenas de contratos a las empresas de su propiedad por cantidades multimillonarias en tiempos en que era servidora pública, lo cual lo prohíbe expresamente la Ley y cae en el rango de los delitos de tráfico de influencias.
Y vamos con el tercer calificativo o atributo: huevones.
Lady X entró a la contienda con una amplísima desventaja.
Es verdad que era poco conocida entre el electorado de provincia y era razonable creer que era por esa razón. Poco más del 40 % la conocía en tanto Claudia Sheinbaum andaba por el 80 %. Ese era un argumento más que suficiente para que se pusiera a recorrer intensivamente todo el país de frontera a frontera.
Pero no lo hizo. Realizó si acaso una veintena de viajes en los que tuvo reuniones que en su mayoría contaron con unas cuantas centenas de asistentes, integrados en un 99% por militantes panistas, propanistas, filopanistas o amlofóbicos, quienes los hubiera o no visitado, le iban a dar su voto.
En cambio, ha concedido decenas, sino es que centenas de entrevistas a una considerable cantidad de comunicadores cuyo principal distintivo es formar parte de lo más rancio de la oposición lopezobradorista: López Dóriga, con quien no pasa semana sin que la entreviste, al igual que Ciro Gómez Leyva, Pepe Cárdenas, Pascal Beltrán del Río, Yuriria Sierra, Adela Micha, y Denise Maerker, entre muchísimos otros y otras similares, así como naturalmente, los payasos Carlos Loret y Brozo.
A lo anterior, habría que agregarle un despliegue descomunal en las redes sociales en las que destacan campañas negras que según estimaciones cuestan un millón de dólares semanales.
Con todo lo anterior, lo único que queda claro, es que a la señora le encantan los reflectores y me parece que por ello, dio los primeros pasos de su aventura jalándolos a como diera lugar con declaraciones grandilocuentes en las que destacaba su vulgaridad y el léxico más deplorable que candidato alguno hubiera utilizado en el pasado.
Sin embargo, las audiencias de los comunicadores mencionados, los medios de comunicación tradicionales que también echaron toda la carne al asador en su apoyo y las benditas redes sociales, en el mejor de los casos sólo llegan a un 30% de la población. Y la única manera de llegar al otro 70 es de forma presencial y presentarse en sus localidades: en las grandes, medianas, pequeñas y pequeñitas. Y eso, ni lo hizo Lady X y creo que en el tiempo que queda no le será posible cubrir ni siquiera la cuarta parte de lo que pudo haber hecho.
Ahí están los resultados. Expongo una pequeña muestra: una encuesta de Consulta Mitofsky propiedad de Roy Campos publicada el 10 de agosto, le daba a Claudia Sheinbaum una preferencia del voto de 52.1%, en tanto a Xóchitl Gálvez el 29.8%, una diferencia de 22.3 puntos.
La misma empresa en su última encuesta publicada el 24 de febrero pasado, le da Sheinbaum el 61.3%, o sea un incremento en las preferencias de 9 puntos porcentuales; en cambio Lady X obtuvo en este último ejercicio demoscópico 32.9, o sea un crecimiento de sólo 3.1 puntos porcentuales. La ventaja se incrementó en 5.9 puntos.
¿Así o más claro?
Ah, pero pueden decir: Roy Campos pudo haberse vendido. Es verdad, sólo que el medio que publica las encuestas, de evidente corte Anticuatroté, no se lo permitiría. Es el diario “El Economista”.
Eso sí, a Doña Xóchitl lo paseado nadie se lo quita: Estados Unidos, España y El Vaticano, no cualquiera lo hace. En un descuido se va a Argentina donde Javier Milei seguramente le daría su respaldo y un gran espaldarazo, pero no más votos.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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