Archivo Confidencial
Por Armando Vásquez A.
Lunes 19 de febrero de 2024
Golpes de realidad
EL 29 DE SEPTIEMBRE del 2020 López Obrador declaró que a la primera manifestación de 100 mil personas se iba a Palenque, en aquel entonces sin esperar la revocación de mandato que andaba de moda y claro, le agregó como condicionante si ya no contaba con el respaldo de las encuestas.
Es factible entender entonces que las conglomeraciones en contra han sido acotadas en el número y sustentada$ las encuestas.
En las tres megamarchas de la sociedad civil han pasado de 500 mil el número de asistentes. (En esta última los organizadores manejan 700 mil). En la del 13 de noviembre del 2022 el gobierno capitalino contabilizó en poco más de 10 mil asistentes, mientras que López Obrador consideró que fueron 60 mil. La del 26 de febrero y esta reciente la autoridad empató en 90 mil las personas reunidas en cada una.
Curioso: en la primera el presidente no realizó actividades propias de su cargo y se perdió, no se manejó nada sobre su presencia en algún lugar, ni en redes. En la segunda, se fue a su rancho a festejar su cumpleaños número 69 y en esta última realizó una gira por algunos estados del centro del país. Huyó de palacio.
El año pasado, la del 26 de febrero, la contrarrestó con la generación de una mega marcha del 18 de marzo festejando el 85 aniversario de la expropiación petrolera y en esta ocasión, todo indica, quiere reducir los espacios periodísticos naturales por la mega marcha,(sobre todo en portadas), impulsando a su candidata a que se registrara ante el INE –para sustituirle– en un evento al medio día que, combinado con las prebendas otorgadas por el gobierno federal a medios informativos, amplía la posibilidad de que logre su objetivo.
Hoy lo vamos a ver. Eso sí, reducirán el ronco y gutural grito de la mayoría de asistentes de “narco presidente” y el de “fuera Amlo” que le deben de haber dolido al de Macuspana.
Eso sí, para López Obrador no se contabilizan las manifestaciones fuera del Zócalo capitalino. No valen el más de centenar de ciudades donde se han realizado este tipo de eventos en las dos últimas ocasiones pues en la primera fueron unas sesenta.
Hubo acciones para limitar al máximo esta manifestación como colocar vallas más altas, de tres metros, para que no causen posibles destrozos. Hasta antes de ayer eran de dos metros. Las colocaron en 2020 un día antes del #8M cuando un año antes la violencia femenil causó daños a palacio y otras zonas.
Se justificó la colocación por supuestas bombas molotov que arrojarían a Palacio Nacional, no solo del sector femenil, sino de jóvenes por los casos de Ayotzinapa, dos de octubre, madres buscadoras, padres de familia protestando por falta de medicina y un etcétera así de largo.
De seguro allí permanecerán hasta que termine el sexenio pues se avecinan varias manifestaciones más:
Primero de marzo (inicio de la campaña de Claudia Sheinbaum y si hay contrarios se incrementa el riesgo de daños).
Del seis al ocho de marzo, el movimiento Marea Morada realizará actividades en el país y el viernes ocho se aglutinarán en el zócalo. Llevarán una carga de virulencia extrema pues a su vez sería la quinta y última manifestación teniendo a López Obrador como presidente. Le darán su despedida.
El 16 de marzo, los transportistas realizarán un paro de labores por las carreteras del país –como lo hicieron el 15 de febrero–, y amenazan con ir a tomar el zócalo.
Ahora bien, no hay que olvidar el desfile del lunes primero de mayo pues los cuatro días anteriores –del 28 al 31 de marzo–, cae semana santa y el desfogue se calcula inesperado.
No hay que dejar pasar el diez (madres buscadoras) y quince de mayo (CNTE), que de alguna manera se manifestarán en el zócalo más lo que se acumule de aquí a entonces.
Sobre las encuestas, ni hablar. Ya sabe cómo se manejan.
En el caso de Hermosillo, esta última megamarcha estuvo más nutridas que las dos anteriores. Se notó mayor presencia de personas, pero tienen una connotación similar: ausencia de jóvenes.
Es el golpe de realidad que debe sumarse a la preocupación de aquellos que piensan tener injerencia en este renglón y que están dejando para el final la concurrencia a universidades.
La ausencia de aquellos mexicanos de 18 a 25 años demuestra su escasa intención de participación, incluyendo las votaciones del dos de junio. Por eso requieren otro tipo de tratamiento para que abandonen las filas de la abstención que tanto daño causa a este país.
Entiendo que les importe un bledo la democracia e incluso la política –conforme a su personal connotación–, pues en el dos mil apenas habían nacido y sus papás los llevaban en brazos cuando Fox tomó el poder, pero son seres pensantes que formarán parte del sostenimiento del hogar propio o de sus padres y no podrán olvidar que cuando se cierran las puertas, lo primero que escapa por las ventanas será su bienestar y el de quienes les rodean.
Tal vez tengan estos chamacos que mascar dos veces esta reflexión.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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