Olor a Dinero
Por: Feliciano J. Espriella
Jueves 1 de febrero de 2024
Lady X da pena ajena (II)
En realidad, en ningún momento planee hacer una segunda versión de mi entrega anterior, pero a veces las circunstancias nos obligan desarrollar algún tema con mayor amplitud. Es lo que me ocurrió el día de ayer por la mañana.
Como acostumbro a hacerlo algunos días de la semana, temprano caminaba en el campus de la Unison, en la pista conocida como la milla y después de un rato me senté por un par de minutos para dar una descansadita. Abrí el WhatsApp para ver qué mensajes tenía y me encontré uno enviado por una querida amiga y colega cuyo trabajo periodístico respeto y aprecio.
El mensaje decía:
“¿Porque da pena ajena? ¿Bajo qué criterio?”
Le respondí:
“A mí me da pena ajena por muchos motivos que no son para debate en estos espacios. Saludos amiga”.
Como unas cinco horas después, en virtud de que me surgieron varios imprevistos entre los cuales estuvo asistir a una ceremonia luctuosa, vi de nuevo mis mensajes y me encontré la siguiente respuesta de mi amiga:
“Pues lo haces público y lo público se comenta amigo”.
Le contesté con el siguiente y último mensaje:
“Tienes razón, pero no todos los espacios son propicios para ello”. El WhatsApp a mí en lo personal no me parece una plataforma apropiada para el intercambio de ideas antagónicas porque principalmente, se tiene uno que limitar a la exposición de ideas y el envío de comentarios en mensajes cortos, de otra manera se requiere quemar bastante tiempo.
Pero reconozco que hay personas que les encanta entablar debates y hasta fuertes discusiones por dicho conducto. A mí no, por ello, y en virtud de que mi exposición del día de ayer requiere de mayor profundidad y claridad, publico este segundo texto.
Según afirma la inteligencia artificial (IA) la expresión “pena ajena” se utiliza para describir la sensación de vergüenza o incomodidad que se siente al ver a alguien más en una situación embarazosa o incómoda. A esas sensaciones le agregaría lástima o conmiseración. Y eso es precisamente lo que me ha provocado en varias ocasiones la señora Xóchitl Gálvez desde que la lanzaron sin paracaídas al escabroso espacio de la contienda presidencial.
Lady X, como prefiero identificarla, desde el pasado mes de julio ha cometido una enorme cantidad de errores, dislates, desbarres y metidas de pata que han dado pie a una formidable multitud de burlas, memes y críticas. Dichas acciones en las que invariablemente ha salido muy mal parada, a algunos les han servido para hacerla víctima de burlas y escarnio, y a muchísimos otros les ha dado un enorme gusto. A mí me ha dado pena ajena.
Me dio pena ajena, y mucha, ver en sus inicios cómo se degradaba con la evidente intención de llamar la atención, utilizando el vocabulario más soez del que podía ser capaz y exhibiendo un comportamiento de lo más vulgar sin la menor pisca de pudor o dignidad.
Me da mucha pena ajena cuando va a las guaridas de las bandas que la postulan y se pone de tapete a las pezuñas de los bribones que literalmente la utilizan. Es increíble el tamaño y la cantidad de sapos que se traga en cada ocasión.
En la última, al ícono máximo de la corrupción (que se hace llamar Alito) en la mismísima sede del PRI Nacional el pasado martes, le dijo que “necesita la experiencia y fuerza” de él, pues afirmó que “es un cabrón”. No se midió, seguramente a la próxima le dirá que es un cabroncito”.
Y en el colmo de la obsecuencia y del cinismo, también aseguró que “los malos priistas ya se fueron” de ese partido y señaló que “en el PRI hay gente talentosa, capaz, honesta, trabajadores y por eso estoy aquí…”. Eso querida amiga y colega, me dio pena ajena.
Háganme el refavron cabor. Sabe que ellos son los verdaderos culpables de que en vez de subir se hunde, y aun así, va y en su casa, sabiendo perfectamente la clase de sabandijas que son y conociendo que son quienes verdaderamente no sólo le evitan subir, sino que la están hundiendo, se humilla con una ausencia total de dignidad.
Ha sido sólo una marioneta creada exclusivamente para servir a los intereses de los delincuentes que manejan los partidos políticos. Hasta Felipe Calderón, otro pillo redomado que conoce a la perfección cómo se las gastan, se lo acaba de advertir en un post que publicó en su cuenta de X el pasado lunes con el siguiente texto:
La vulgar ambición de Marco Cortés y aliados es un lastre para @XochitlGalvez. Sólo les importan sus puestos y los de sus amigos, no el país. Pierden elecciones, han dejado a los ciudadanos a un lado. Ahora sólo buscan que X los lleve en ancas:
Como dice la canción: por eso y por muchas cosas más, Xóchitl Gálvez me da pena ajena
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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